María Freiría es Consultora en Social Media y e-Business. Colabora e impulsa proyectos de innovación y buen gobierno liderados especialmente por mujeres. Asiste y promueve Networkings de mujeres empresarias y directivas. Forma parte del Comité Científico del Women 360º Congress. Desde su identificación con el Feminismo, ha contribuido al impulso de numerosas campañas cuyo objetivo es construir una sociedad más igualitaria. Es co-fundadora con otras mujeres de la cultura y la universidad del Foro Feministes de Catalunya, un espacio de reflexión y debate formado por mujeres de diferentes sectores profesionales y de la docencia que comparten su preocupación por la triple crisis (cultural, política y económica) que sufre nuestra sociedad y repercute directamente en las mujeres.

Entrevista realizada por Pepa Freiría. Miembro ELp y AMP. Comité de Iniciativas Barcelona.

 

1.- Háblenos sobre su elección profesional. ¿Por qué se ocupa de las mujeres de un modo tan específico? y ¿Qué quiere decir ser feminista?

Desde siempre me ha interesado trabajar con mujeres por su naturaleza transformadora y su capacidad de resistencia y superación frente a momentos de crisis. Las mujeres son excelentes activos para la economía, en un mundo globalmente mercantilizado. Ellas gestionan mejor la economía y sostienen un mayor compromiso con el buen gobierno y con una sociedad más solidaria, justa y equitativa. Son más respetuosas con el medio ambiente. He trabajado mucho con mujeres y para ellas, y siento un gran respeto y admiración por la capacidad de superación y regeneración que tienen. Creo que son más hábiles para convertir lo adverso en favorable.

Ser feminista pasa, en primer lugar, por tomar conciencia de una misma, como persona y como mujer, ante una sociedad aún hoy claramente desigual, en la que las mujeres no contamos con los mismos derechos y libertades que los hombres, a pesar de los avances sociales. Ser feminista hoy significa estar despierta para detectar las desigualdades que aún existen por cuestión de género, en el mundo del trabajo, en la educación, en la cultura, en las nuevas formas de comunicación, en todos los ámbitos de la vida, el público y el privado. Es hacerse preguntas sobre por qué existen esas desigualdades, analizarlas, sugerir formulas para superarlas y organizarse para llevarlas a cabo mediante acciones “conscientes” de lobby. Pero sobretodo, para mí, ser feminista es reconocer y nombrar a las otras mujeres, visibilizar sus talentos, ayudarlas frente a sus dificultades y compartir espacios en los que diseñar propuestas para construir un mundo mejor para nosotras y también, para toda la sociedad.

 

2.- ¿Qué nos puede decir de la crisis actual y su repercusión en el universo femenino? ¿Cómo hacen las mujeres con la crisis? ¿Qué inventan?

Cuando se toman decisiones políticas que no benefician a las mujeres, sino que las sitúan en una posición de desigualdad frente a los recursos, esto repercute directamente en su economía y su bienestar, al igual que afecta a toda la sociedad en su conjunto. Cuando la economía va mal, las primeras afectadas son ellas.

En Cataluña, en España, las mujeres no consiguen integrarse plenamente en el mercado laboral y en el ámbito empresarial, conforme a su formación y capacidades. El sistema salarial[1] sigue siendo desigual, los hombres cobran más que las mujeres, el sistema de pensiones español es uno de los peores de Europa, con unos niveles de desigualdad que han sido recurridos por el propio Tribunal Supremo. La desigualdad existente es estructural.

También existe una brecha digital de género[2] con la que estoy especialmente comprometida, esto es, la desigualdad en el acceso y dominio de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación). Durante años he invertido parte de mi tiempo en formar a otras mujeres en el dominio de las TIC, para ganar visibilidad en Internet y generar opinión, co-crear, hacer red, hacer activismo social. Hoy en día es imprescindible tener presencia en redes sociales, la mayoría de las escuelas de negocios incorporan conocimientos en estrategia digital y habilidades en social media. Para las mujeres, internet y las redes sociales ha supuesto un salto cualitativo a nivel de participación en temas como la sostenibilidad, los derechos humanos, la economía del bien común. En este sentido, desde la plataforma Mujeres en Red[3] se está estimulando cada vez más la participación de contenidos editados por mujeres en la Wikipedia.

Yo diría que la crisis económica, social e incluso de valores, nos ha puesto a muchas a repensarnos, a reinventarnos y a refutar algunas de las certezas que teníamos asentadas, y también a activarnos para intentar cambiar normas injustas.

Por ejemplo, ante una situación que genera crisis como es el hecho de quedarte embarazada sin desearlo, pensábamos que en el Siglo XXI ya podíamos decidir, me refiero al tema del aborto, pero la legislación española hoy destruye esta idea. En este tema se ve claramente que, sin ese derecho, las mujeres no podemos considerarnos “ciudadanas de pleno derecho” pues no se nos deja decidir sobre nuestro propio cuerpo. ¿Cómo se ha reaccionado frente a esta imposición? El Tren de la Libertad[4] representa una gran marea de mujeres y también de muchos hombres, defendiendo el derecho a decidir de las mujeres sobre su propio cuerpo.

La desesperanza, el tirar la toalla y quedarse inmóvil, el estrés y la ansiedad, son un enemigo común para las mujeres que están en crisis, pero muchas reaccionan, se salen, buscan apoyo en redes de colaboración, en las que encuentran recursos para combatir, para pensar con mayor claridad, para mantenerse despiertas. El cuidado del cuerpo, invertir en conocimiento, formarse, movilizar las propias capacidades, la creatividad. También la vía del encuentro con otras mujeres, el intercambio de saberes, la fusión para impulsar proyectos empresariales. Salir del aislamiento contribuye a desdramatizar la situación. Trabajar sobre lo íntimo a través del arte y el contacto con la cultura es otra vía de salida y de exploración.

3.- ¿Considera que el movimiento feminista sigue siendo útil en el mismo sentido que lo ha sido hasta ahora, en pleno S. XXI? ¿Se puede hablar de una crisis del feminismo?

El mundo tiene una deuda con las mujeres. La respuesta a su pregunta es un rotundo sí porque la desigualdad continúa existiendo, la pobreza es cada vez más femenina. La crisis hoy, a quien más afecta es a las mujeres. Los indicadores sociales de la ONU[5] y de otras organizaciones no gubernamentales así lo valoran.

El Feminismo como movimiento de transformación social [6] sigue siendo imprescindible en la actualidad. Una de las cuestiones que definen este movimiento es que las mujeres tomemos conciencia como grupo transversal, intergeneracional, interclasista, frente a las adversidades que nos vemos abocadas a afrontar, aún hoy en el Siglo XXI, como consecuencia de las decisiones de “otros” que suelen ser hombres o lo que se conoce como “el patriarcado”. Un sistema de decisiones de carácter sesgado que se toman en el mundo y que deja al margen a las mujeres.

El movimiento feminista genera iniciativas como “Her for she”[7], un movimiento de solidaridad que busca la complicidad de los hombres para combatir la desigualdad de género.

Le podría hablar de la importante labor que los movimientos feministas especializados están realizando sobre la esclavitud sexual femenina, con el tráfico ilegal de personas, (mujeres y niñas en especial), con la violencia machista. El movimiento feminista, junto con otras organizaciones ha investigado, denunciado y protegido a las víctimas de esa barbarie[8] y continúa haciéndolo.

Sin embargo, pienso que la pregunta sobre la crisis del feminismo es acertada porque, después de todo lo que hemos luchado por una sociedad más justa e igualitaria, seguimos con niveles muy preocupantes de desigualdad y la crisis de valores que sufrimos, parece estar acentuándolo. El nivel de contestación que hay en las calles por parte del movimiento feminista frente a la ofensiva de gobiernos que recortan derechos y libertades de las mujeres, no se corresponde con una capacidad de provocar cambios. Tal vez el feminismo no cuenta con aliados con suficiente fuerza.

Pero bajando al detalle, desde mi experiencia de participación en foros de feministas, los temas más especialmente complejos son la prostitución, el aborto, la maternidad subrogada, la custodia compartida, el uso del burka e incluso un tema de mucha actualidad en España como es la Independencia de Cataluña, o sea, la cuestión de “decidir” dónde reside la soberanía, en qué sujeto político. Las feministas no hemos logrado un consenso en estos temas, y es esta misma falta de consenso lo que probablemente está impidiendo avanzar en otros sentidos. Del mismo modo que sí hay consenso en denunciar la Trata de personas, la feminización de la pobreza, o la defensa de un sistema de horarios europeos, o que la crisis económica no puede ser la excusa que justifique un nivel de desigualdad asumible, en esos otros temas, no.

Otro de los aspectos que genera crisis, es la dificultad de gestionar redes transversales complejísimas, compuestas por feministas procedentes de muy distintas culturas participativas, maneras de hacer, organizaciones políticas diferentes, ideologías distintas, filosofías de vida, estilos profesionales, etc. Somos conscientes de que existe la necesidad de construir un relato de todos los temas que nos preocupan y nos afectan, que podamos defender juntas, pero el choque de posiciones es constante y requiere de enormes dosis de tiempo de pensar, conversar y hacer esfuerzos para aproximar posiciones y llegar a acuerdos. Esto es lento y provoca un cierto vacío de “no respuesta conjunta”.

Es este “no hay consenso” lo que impide tener mayor capacidad de acción/reacción frente a temas importantes que están en el debate público.

 

4.- Y ¿cómo hacer con eso?

Está la cuestión de la estrategia que se debe seguir para alcanzar la Igualdad en todos los ámbitos de la sociedad. Aquí hay divergencias. A veces, más que imponer (mediante la legislación o sistemas como las cuotas) se ha de hacer un mayor esfuerzo por convencer (aproximar realidades mediante una educación no sexista y una cultura sin estereotipos), creo que hay que poner el foco en la educación mucho más de lo que lo hacemos.

Quizás, las feministas deberíamos reformular nuestra estrategia para tener mayor capacidad de influencia en sectores a los que no llegamos o con los que siempre nos acabamos enfrentando. La industria de la comunicación y el mundo de la empresa privada en general, por ejemplo, son espacios en los que no conseguimos hacernos entender con respecto a los beneficios que aporta desarrollar políticas de igualdad y que contribuyan a integrar a más mujeres. Lo natural es que la diversidad fuese la norma en el diseño de estructuras de decisión y de poder, donde hombres y mujeres compartiesen esos espacios como iguales, del mismo modo que se compartiesen las responsabilidades en el ámbito privado y público, me refiero a la conciliación, a la corresponsabilidad en el cuidado de personas, pero lo cierto es que a día de hoy, no es lo natural, dado que continuamos teniendo una estructura laboral de división por sexos, con una visión masculinizada de la estructura del trabajo.

Creo sinceramente que necesitamos construir un nuevo paradigma de relaciones humanas, basado en la igualdad efectiva y en el respeto mutuo, en el que no se prejuzgue en función del sexo y superemos el concepto “género”. Posiblemente, para ello hay que profundizar más en la idea de qué significa ser hoy persona, ciudadanía con derechos… Hay que deconstruir lo que es cultural (el género) para formular una concepción diferente del ser. Este es uno de los retos de nuestra sociedad y el feminismo tiene mucho que aportar en esa definición desde diversas perspectivas, filosofía, política, pedagogía, derecho, psicología, comunicación, economía, psicoanálisis, medicina…

 

5.- ¿Qué momentos de crisis ha tenido que atravesar para sostener su recorrido profesional? y ¿Cómo ha salido de ellos?

Iniciaré mi respuesta con una frase de la escritora británica Mery Shelley[9]: “Nada es tan doloroso para la mente humana como un cambio grande e inesperado…”

Así es como creo que son las crisis, yo he tenido momentos de crisis que me han impactado y marcado. Y después de vivirlos, al reflexionar sobre ello, he creído ver que me ayudaron a crecer y a evolucionar.

Explicaré uno en concreto. Hace algunos años tuve que afrontar una crisis de carácter laboral de enormes dimensiones, en lo personal y en lo económico. De repente, un día te quedas sin nada, pasas de una situación excelente, a una de precariedad total y, da igual el apoyo que tengas a tu alrededor, o los ahorros que hayas guardado, te sientes fatal, hundida, apática y no quieres más que escapar de ese episodio. Lo más doloroso fue dejar de hacer algo que me gustaba muchísimo, un trabajo desde el que, además, podía ayudar a otras personas…Esto me hacía muy feliz y, de repente, todo eso se vino abajo.

Me costó un tiempo salir de la crisis laboral y volver a activarme, casi fue como reinventarme, para poder superar este periodo de inactividad y miserias varias. Mi orgullo quedó dañado y recuperar la confianza en mí misma y en mis capacidades para volver a salir al mercado laboral y optimizar mis competencias fue difícil. Pero la parte más dura de roer es la del bloqueo, la negación de la realidad, ese no querer asumir que estás realmente en crisis, es como un bucle en el que te instalas y hasta que no decides salir, no te recuperas. Y cuando estás mal, todo va mal…

Pero la crisis tiene su aspecto de oportunidad, y yo decidí aprovechar ese tiempo e invertir en mí, y recurrí al conocimiento. La idea de aprender cosas nuevas iba llenando ese agujero de la desconfianza que había hecho mella en mí. Pensaba que cuanto mejor formada estuviera, mejores opciones tendría o, al menos, estaría mejor preparada para abordar nuevos retos. Fui adquiriendo nuevos saberes y mayor praxis en mi especialidad, el social media y todo lo que está relacionado con estrategia de visibilidad de negocios por internet. Investigué, leí muchos libros, e invertí muchas horas frente a mi portátil.

También hice una aproximación al coaching, para entrenar mis habilidades y conocer mejor mis aptitudes, y al psicoanálisis, para indagar hacia dentro observándome desde fuera… Siempre había sentido curiosidad, tal vez, también como consecuencia de tener personas próximas que lo estudiaban y practicaban. El psicoanálisis me ha aportado un enfoque diferente respecto a mi misma y al mundo, me ha llevado ante el espejo para observarme. Me ha provocado un efecto de escuchar mis palabras y volver sobre ellas para darles un sentido que me había pasado inadvertido. Me ha llevado a pensar sobre mi pasado y mi relación con los otros, familia, amigos, amantes… Ha puesto en cuestión el rol/roles que he jugado en la sociedad, en mis relaciones, en los espacios de interacción cultural, social en los que me he desarrollado como sujeto pensante. Yo veo en el psicoanálisis una forma de averiguar aquello que no está bien en mí, identificar su origen, y buscar la forma de superarlo con mis propios descubrimientos sobre mí misma.

Un aprendizaje que he extraído de mi crisis es ser consciente de lo excesivamente exigente que soy cuando tengo que trabajar para otros y lo poco que lo era cuando se trata de hacer cosas para mí. Me ha ayudado a comprender la belleza que hay en una etapa de crisis, por todo lo que tiene de viaje de aprendizaje sobre una misma, y sobre cómo se supera, aunque sea doloroso reconocer los fallos, las negaciones y ese tipo de cosas que suele hacer la mente humana…

[1] Publicación en línea Conclusiones de “Mujeres y Mercado Laboral” Jornadas de la Comisión de Mujeres Abogadas del Colegio de la Abogacía de Barcelona publicadas en Agenda Pública

[2] Publicación en línea: Entrevista a Cecilia Castaño y Juliet Webster sobre Brecha Digital de Género en Women 360 Congress

3 Mujeres en Red

4 El Tren de la Libertad,

[5] Indicadores sociales de la ONU

[6] El Feminismo como movimiento de transformación social es imprescindible en la actualidad Manifest de Feministes de Catalunya

[7] Her for She

[8] Documental “Chicas Nuevas 24h” que ha realizado Mabel Lozano

[9] Escritora británica Mery Shelley

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